Estas últimas semanas hemos trabajado las emociones a través de un cuento que nos encanta: “El monstruo de colores”.
Una de las mejores maneras de aprender es experimentando y viviendo las situaciones en primera persona, así que, cuando Mercè terminó de explicar el cuento, nos propuso un juego que nos gustó mucho ¡nos convertimos en el protagonista! De esta manera pudimos entender mejor qué le sucede al monstruo y además aprendimos que todas las emociones son importantes pero que todas juntas no funcionan y necesitan estar ordenadas.
Poco a poco vamos siendo capaces de gestionarlas y de reconocerlas en los demás.
¡Aquí tenéis unas fotos dónde podréis ver lo bien que nos lo pasamos!