Identificar las propias emociones, aprender a expresarlas y comprender poco a poco las emociones y sentimientos de los demás, son algunos de los grandes retos de este taller que realizamos en castellano.
Abordamos los diferentes estados emocionales desde relatos que propician el diálogo. Representamos escenas cotidianas de miedo, tristeza, sorpresa, alegría o rabia, entre otros.
Tomamos ejemplo de los personajes de los cuentos populares y deducimos su estado anímico ante las diferentes situaciones y dificultades que afrontan para después comentarlo con nuestros compañeros.
Desarrollamos nuestra imaginación y mejoramos nuestra expresión en lengua castellana. Ampliamos nuestro vocabulario, mejoramos nuestra articulación, nuestra entonación y avanzamos hacia una expresión verbal y lenguaje no verbal a través de ejercicios y juegos lingüísticos tanto individuales como en grupo.
Disfrutamos mucho gracias a Gustavo, la rana dicharachera que siempre nos acompaña y nos trae propuestas muy divertidas para ayudarnos a expresar nuestros sentimientos y emociones de una forma lúdica y constructiva.